Amigos radicales

Creo que, como primera medida para salir de la decadencia partidaria debríamos enarbolar nuevamente la bandera de una cierta coherencia que antaño se llamaba CONDUCTA. En tal sentido rechazo de plano la validez moral de las reflexiones de quien abandonó las filas radicales para incorporarse rápidamente a la gestión menemista y fue famoso por gastar recursos del estado (esra secretario de Cultura de la Nación) para organizar recitales de artistas amigos en countries. ¿Etica, solidaridad y lucha contra la pobreza según sus própias palabras? Dejemos caer si queremos el manto de piedad pero no el del olvido. Lo mismo estimo que vale para tantísimos ejemplos, aún más graves que el referido y que precisamente se debaten en estos días. Después nos preguntamos porque la gente no termina de creernos y luego seguramente nos ofenderemos porque muchos de ellos nos vuelvan a abandonar.
Unidad, militancia (y porque no amistad) entre todos los radicales éticos y coherentes con una clara pertenecia partidaria. Ello sin lugar a dudas nos preservará como partido responsable, respetable y elegible ante la sociedad.
Bernardo Wasinkievich.-